Este es uno de esos libros pioneros que hacen que nos planteemos muchas de las cosas que hacemos y, sobretodo, el cómo lo hacemos.
La metodología de la programación extrema fue acuñada por Kent Beck, como un conjunto de buenas prácticas y una forma de realizar los desarrollos, siempre basándose en dar el mayor valor al cliente, tal y cómo se supone que debe de ser siempre.
No obstante, el propio Beck sabe que esta metodología, al igual que las demás, tiene sus ventajas e inconvenientes, ya que si se intenta seguir de forma inflexible, puede resultar en que los proyectos terminen siendo, en algunos casos infructuosos. En este sentido, Beck, nos llama hacia la agilidad como una forma de sacar nuestro sentido común y emplear nuestro saber hacer, y no los procedimientos tipo que aplicar.
Buen libro, de principio a fin, enseña no solo las bases y teorías, sino que plantea, desde el comentario de cómo funcionarían equipos dentro de la metodología, escenarios de cómo se puede aplicar.