En los tiempos que vivimos, donde en todos los medios y las comidillas de cada calle y esquina la palabra crisis acecha como la mayor preocupación de esta época, el paro crece desmesuradamente y, curiosamente, la informática y el sector del software libre es el único que registra aumento de contratación.

Hay un déficit real, antes y después de la crisis, de profesionales de la informática. Se piden conocimientos específicos en ciertas áreas. En estos tiempos, la más demandada, el software libre. Las empresas quieren economizar y, encontrar gente que conozca y domine software libre es una ventaja, tanto competitiva por prestar más servicios, como económica, porque el precio suele ser muy bajo o nulo.

En esas lindes, la formación se convierte en pieza fundamental para que estas empresas encuentren profesionales cualificados que estén dispuestos a trabajar con estas tecnologías, y no con las que proponen otras empresas, cuyas licencias y soportes son más caros que el suelo que se paga al trabajador.

Invertir en formación es fundamental, tanto a nivel personal, para ampliar curriculum, como a nivel empresarial, puesto que si nuestros empleados van reciclando sus conocimientos, van avanzando, no se quedan estancados y se puede optar por tecnologías punteras, para ofrecer nuevos servicios que permitan a la empresa destacar sobre la competencia, así como mejorar los servicios y productos en los que se trabaja diariamente.

Imagina que la empresa en la que trabajas ha estado desarrollando software para clientes durante 20 años. La empresa nació desarrollando en Clipper, el lenguaje de moda de la época y, dado que los tiempos cambiaron, y los equipos informáticos más todavía, los PC pasaron de tener DOS a tener Windows y todo el software desarrollado se fue quedando obsoleto.

La ingeniería del software describe y contempla estos procesos de mantenimiento de software como del tipo adaptativo. El software debe de adaptarse a los nuevos equipos hardware y a los nuevos sistemas operativos, entornos gráficos, etc.

El lenguaje de moda comenzó a ser, según las revistas de aficionados, Visual Basic. Incluso en revistas profesionales comenzó a hablarse de este lenguaje, al mismo tiempo que salía publicidad de productos de Microsoft... es normal, las revistas no tienen porque ser del todo objetivas, pero hay que reconocer que Visual Basic, gracias a su fuerte impulso comercial, tuvo su éxito.

Puestos de nuevo en la empresa que programa en Clipper desde hace 20 años, ¿qué pasaría si se pensase en desarrollar en ese sistema totalmente nuevo para adaptarse a las ventanas de las que todo el mundo comienza a hablar?, sería un fracaso sino tienen alguna guía, algún tiempo de formación y aprendizaje.

En esta labor, hay mucha gente que se dedica, casi en exclusiva, al estudio de las nuevas tecnologías. Estas suelen ser, casi siempre, consultoras y, estás especializadas en ciertos entornos y tecnologías. Como es lógico, si a una consultora dedicada a .NET de la actualidad le pides información para Java, te van a intentar convencer de que es mejor .NET, es su negocio.

Al final, llegamos al punto en que, la formación es importante, tener un formador es una vía rápida de conseguir producir en un tiempo muy corto con una tecnología que nos dé una ventaja estratégica en nuestro sector... pero conocer las tecnologías es también muy importante. Hay que acudir a varios sitios, ver comparativas, aprender, en primera instancia, las ventajas de cada opción y, después, decidir. Para esto, lo mejor es tener un consultor propio en la empresa, alguien que entienda las nuevas tecnologías, que pueda informarse rápido de ellas y que pueda tomar la información necesaria que nos permita tomar la decisión de, ¿en qué debemos formarnos?