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La mentalidad del empresario respecto a la visión de la empresa, la monetización de la misma y el conseguir más clientes, más valor y menos competencia es algo que me ha fascinado al verlo en diferentes entornos dentro y fuera de España. Pero desde que Internet llegó se ha acuñado a otro tipo de empresarios el nombre de emprendedores y a sus empresas el nombre de startup, ¿en qué se diferencia?

Mis inicios han sido en empresas de telecomunicaciones. Estas empresas son de las más antiguas del sector y las que más arraigan lo que defiende el nuevo movimiento de empresas en Internet, por ello el comparar estos dos mundos casi define por completo lo que es una empresa conservadora del mundo real y lo que inyecta de nuevo en el mundo de los negocios el concepto de startup.

Constitución

La empresa tradicional se constituye sobre un sector. En este caso la telco es una empresa que se constituye para la gestión de llamadas. Dependiendo de la orientación (residencial o profesional) se pueden optar por ofrecer una gama de servicios u otros. Al final la mayoría de empresas de telco compiten entre ellas y ofrecen los mismos servicios. No suele existir una especialización. La empresa en este sentido suele competir en precio (ya que no se diferencia mucho una de otra) y en el número de opciones y características disponibles.

La startup se crea sobre una idea. Puede ser en cualquier sector y tiene como pegamento la disponibilidad del mismo a través de Internet. La idea es simple. No se intenta abarcar todo, sino concentrarse en un solo punto y mejorar su servicio de forma incremental. La startup busca la calidad sobre su servicio y no el tener el mayor abanico de opciones o características.

Ecosistema

El ecosistema para la empresa tradicional se basa en proveedores y clientes. Los proveedores son empresas de más alto nivel (venta mayorista) y el alcance a los clientes suele ser por productos si se vende a residencial o por servicios hechos a medida si se vende a nivel profesional.

La startup en cambio se ocupa más de la integración. Sigue el principio de la filosofía unix de hacer solo una cosa, pero hacerla bestialmente bien. Si un servicio require de una característica avanzada que alguna otra startup la presta ya y es muy conocida en el mundo de Internet o las apps para dispositivos móviles, suele optarse por integrarse con la solución de esa startup en lugar de hacer la solución por cuenta propia.

Como ejemplos, en el mundo de las telecomunicaciones, si una empresa requiere de un servicio de automatización de llamadas basado en IVR, y hasta el momento solo ha hecho de interconexión de llamadas para abonados. La forma que tiene la telco de aportar valor a su negocio es crear la solución en casa por las vías de: contratar más programadores, una consultora o comprar un producto (físico).

Si la empresa fuese una startup que tiene como opción el hecho de poder almacenar ficheros. La startup puede basar su solución en el uso de Google Drive, Dropbox, ... considerando que el usuario puede tener cuenta en cualquiera de estas soluciones y ahorrarse grandes dolores de cabeza con el problema del almacenamiento, tráfico para subida de información, etc.

Productos y Servicios

Para la empresa de telecomunicaciones, tener una web en la que se presenten productos y/o servicios es vital. Además de tener cuantos más mejor y con opciones para que cada uno pueda elegir en el menú el que más le convenga. Esto por cada producto y servicio de que se dispone. No es de extrañar que para el diseño e implantación de estas webs se deba de contratar a un equipo completo de diseñadores y programadores.

Empresas como Whatsapp o Basho, han sido constituidas en principio para dar soporte a un solo producto. La web suele ser bastante simple, con gran cantidad de marketing centrada en su producto y muy funcional.

Hace tiempo me preguntaron los jefes de una empresa de telco:

  • Una pregunta, la empresa X de la competencia solo tiene 3 programadores y hace el desarrollo de su solución Y mucho más rápido que el nuestro. ¿Cómo es posible?
  • ¿Cuántos productos tiene esa empresa?
  • Solo uno.
  • ¿Cuántos tenemos nosotros?
  • Unos diez.
  • ¿Cuántos trabajadores somos?
  • Diez también.
  • Pues nosotros solo tenemos una persona por producto y ellos tienen tres.

La startup compite en un terreno tan pequeño que es fácil ganar porque se centran en un producto o servicio únicamente. La empresa tradicional puede competir en cantidad y precio, que para muchos terrenos es suficiente, sobretodo cuando la tecnología ha avanzado tanto que es fácil conseguir un mínimo de calidad.

Personal: ¿Cantidad o Calidad?

Una de las cosas que más gracia me hicieron al cambiar del entorno de telco a startup fueron las entrevistas de trabajo. Mientras que en la telco la entrevista se basaba en ¿dónde has trabajado y qué estudios tienes?, en la startup, para cada entrevista he tenido que realizar un examen.

El último fue un sistema que permitiese conectar tres centros de datos (CPD), uno en Europa, otro en Singapour y otro en Canadá. Buscaban el que fuese capaz de empresarme en el lenguaje técnico que ellos usan, que optase por soluciones factibles y verosímiles y que tuviese el conocimiento para defender mi solución.

También comenté en otro artículo el exámen para acceso de Tuenti, y es de sobra conocida la prueba anual de facebook en la hackercup que sirve para obtener candidatos con un alto conocimiento en programación y resolución de problemas.

En la empresa tradicional se suele medir aún por horas/hombre dando por hecho que todos los programadores desarrollan a la misma velocidad y que si se desea mayor velocidad solo hay que agregar más carne. Esto motiva el hecho de que la mayoría de trabajadores no se sientan identificados con la empresa y se sientan explotados.

Una empresa tradicional suele medirse por su tamaño, por el número de empleados que tiene, por la planta del edificio en la que reside su razón social y por el tamaño de los despachos de sus directivos. En el libro rework sus autores hacen hincapié en que este tipo de dimensionamiento realmente no es necesario. No todos podemos o sabemos dirigir grandes corporaciones y seguramente nos sintamos más cómodos si mantenemos el tamaño de nuestra empresa como pequeña en lugar de insistir en convertirla en una gran empresa multinacional.

Afortunadamente este no es el caso de todas las empresas y hay muchas que aunque se basan en el desarrollo de servicios y/o productos, su personal está muy cohesionado después de trabajar muchos años juntos y consiguen desarrollar en la línea que el tiempo se lo permite, soluciones muy válidas.

Cultura y Motivación

La cultura en las grandes empresas suele perderse. Desgraciadamente en nuestro país, la motivación por conseguir clientes y hacer negocio lo mejor y más rápidamente posible para obtener antes los ingresos mutila toda posibilidad de que exista una cultura empresarial para los trabajadores. Esto se hace patente más aún cuando la rotación de personal es muy alta o el nivel de ansiedad, depresión o simplemente desgana por trabajar aparecen.

Las startups se centran en su cultura. Si revisas la página web de cada startup podrás apreciar que la mayoría tienen una sección en la que presentan a sus trabajadores, su sitio de trabajo, sus particularidades, lo bueno y bonito que es trabajar con ellos e incluso las actividades que realizan. En este caso, la motivación para los trabajadores es ver que pertenecen a un grupo en el que son importantes. E incluso en muchas de estas startups, a estos trabajadores se les da acciones y se les tiene en cuenta en reuniones para la dirección de la empresa.

Personalmente considero que la mejor motivación para el trabajador es sentirse parte de la empresa y como parte de la empresa su opinión cuenta. Tiene voz y voto. Incluso se incentiva su ingenio a través de que potencie sus cualidades a través de la creación de software libre relacionado con la empresa y se crea una comunidad en torno a la empresa, sus empleados, su cultura y su trabajo hacia la comunidad, no solo hacia lo económico.

¿Y lo económico?

La idea de una startup es bucólica y todos sus valores se enaltecen ante los valores típicos de la empresa tradicional. Obviamente es porque la startup tiene un caracter mucho más social y comunitario. No obstante, esto se ve afectado en la parte económica. Uno de los puntos negativos de las startups es que la mayoría no son monetizables. Ejemplos de este hecho son Skype o Whatsapp, empresas que se han basado en capital de inversión para su mantenimiento y que no han generado ingresos como para mantener su estructura.

No obstante hay otras startups que sí han conseguido ser muy rentables y no se han basado en tener un producto con muchos usuarios que poder vender a una gran empresa, pero es algo bastante complejo. En este sentido una empresa tradicional, vigilando sus costes de producción e ingresos, siendo conservadora en su crecimiento, puede ganar en este sentido a una startup en rentabilidad y durabilidad en el tiempo.

Finalmente, muchas de estas startups son compradas por empresas que necesitan algo ya desarrollado y que cubre una necesidad de la empresa, puede que no rentable en sí como tal, pero sí dentro del conjunto del abanico de servicios de la gran empresa.

Conclusiones

Esta es mi visión de ambos mundos y muy discutible, obviamente. Como dije antes cada empresa es un mundo y no todas tienen que cumplir las estadísticas o los tópicos, puede haber empresas tradicionales en las que el valor social para los trabajadores y la motivación se cuide y trabaje con mucho cuidado y startups en las que se explote a los trabajadores y el índice de rotación de personal también sea muy alto, ¿qué opinas?